martes, 2 de abril de 2013


Reflexiones cotidianas
La canción de Dios
Prócoro Hernández Oropeza
La India es un país con mucha historia, culturas y sobre todo cuna de muchos maestros realizados. Seres que han legado un conjunto de filosofías y conocimientos y muestran el camino para regresar a Dios o a Brahman. Brahman, el absoluto, el sin forma, el indescriptible e incognoscible. Es el mismo dios del que hablan las diferentes religiones y culturas, tanto en Europa, Asia, América como África.
De esa filosofía, los hindús tienen en el Bhagavad Gita enseñanzas maravillosas para encontrar la senda divina que nos ha de llevar de retorno a casa. A ese hogar del que un día salimos a experimentar, el maya o ilusión o simplemente a ejercer el libre albedrío y a vivir experiencias múltiples.
El Bhagavad Gita o la canción de Dios, llamado el quinto veda, es la esencia del conocimiento védico. En él se narra un diálogo maravilloso entre Krishna, la personalidad de Dios y Arjuna, un guerrero y amigo de Krishna que enfrenta el dilema de pelear o no pelear, en una guerra que está enfrente, entre los Kuravas y los Pandavas. Arjuna lidera a los Pandavas, luego de que uno de los hermanos o medio hermanos celosos les arrebataron el poder por medio de trampas.
En los dos bandos se encuentran amigos, maestros y parientes de Arjuna y se cuestiona porqué debe realizarse esa batalla, inclusive deja caer el arco y abatido se niega a pelear. Claro, como en todo libro sagrado, esta batalla es una réplica de esa batalla que debemos emprender en nuestra propia alma, la lucha en contra de los agregados psicológicos o defectos que gobiernan nuestra mente, emoción y voluntad. Krishna representa al Ser, al maestro que nos guía para iniciar ese batalla, que aunque parece cruel, es necesaria. Arjuna es el perfecto discípulo y como tal recibe las enseñanzas para librar esa y más batallas.
La lucha se desarrolla en Kurushestra, nuestra propia alma es el campo de batalla. Krishna anima a Arjuna a pelear, a sabiendas que el cuerpo es mortal, no así el alma o Atman que es inmortal  El alma, le dice Krishna es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se le mata cuando se mata el cuerpo.  Una persona que sabe que el alma es indestructible ¿cómo puede matar o hacer que alguien mate?
Así como una persona se pone ropa nueva y deshecha, así mismo el alma acepta nuevos cuerpos materiales, desechando los viejos e inservibles.
Con estas palabras, Arjuna se apresta a dar la batalla, no sin antes recibir el conocimiento supremo. Rescato entre otras, las siguientes citas, que de llevarlas a la práctica nos liberaría de muchos pesares y sufrimientos.
-“Aquel que ejecuta su deber sin apego, entregándole los resultados a su Ser, no le afecta la acción pecaminosa, tal como la hoja de loto no la toca el agua”.
-“Cuando el ser viviente encarnado controla su naturaleza y renuncia mentalmente a todas las acciones, reside feliz en la ciudad de las nueve puertas (el cuerpo material), sin trabajar ni hacer que se trabaje”.
-“Aquel que no está apegado a los frutos de su trabajo y que trabaja tal como está obligado a hacerlo, se encuentra en el orden de renuncia y es el verdadero místico, y no aquel que no enciende ningún fuego, ni ejecuta ningún deber”.
-“Jamás puede alguien convertirse en yogui, a menos que renuncie al deseo de complacer los sentidos”.

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